Ahora que tu bebé se va haciendo mayor, cuando intente ponerse de pie, sujetar un vaso o alcanzar algo, ¡seguro que se tambalea y pierde el equilibrio!
Eso es algo totalmente normal, está aprendiendo a desarrollar la “psicomotricidad fina”.
Se trata de movimientos sencillos que damos por sentado, pero para los que hace falta mucha tener una gran coordinación manual, visual y cerebral.
Desarrollo psicomotor del niño
¿Por qué es tan importante la psicomotricidad fina?
Porque forma parte del increíble desarrollo de tu hijo. Las acciones que damos por hecho, como coger un vaso, sujetarlo bien y dar un sorbo requieren una compleja combinación de movimientos de los dedos, la mano y la cabeza. Los juegos de construcción con piezas son perfectos para desarrollar estas habilidades. Otras cosas que puedes hacer para estimular las destrezas psicomotrices del bebé son:
- Reserva un espacio de juego
Seguro que a tu niño le encanta tirar las cosas y vaciar las cajas de los juguetes. Es una de las primeras “capacidades motrices” que aprenden y parte fundamental del desarrollo de su cerebro.
Así que, en vez de que tu pequeño tire la casa por la ventana, es una buena idea que su zona de juegos tenga los juguetes adecuados a su edad para que esté entretenido.
Llénala de cajas con piezas de construcción sencillas, piezas grandes de puzzle, un tablero para encajarlas y una pizarra. Este es el tipo de actividades que mantienen el interés de los pequeño*
- ¡Jugar a vestirse!
Al ayudar a tu hijo a vestirse y desvestirse, fomentas la capacidad motriz, puesto que tendrá que coordinar todo el cuerpo. Otra ventaja añadida es que, como con el tiempo irá siendo cada vez más autónomo, supondrá menos trabajo para ti.
Para empezar, puedes facilitarle la tarea poniéndole zapatos con velcro en vez de con cordones o hebillas. Los pantalones y las faldas con cintura elástica también son más cómodos. Y, al principio, son mejores para sus deditos las camisetas y chaquetas sin botones ni cremalleras.
Cuanto mejor se lo pase el niño, más irá aprendiendo. Así que dale prendas de vestir o pañuelos, guantes y zapatos. ¡Mira qué bien se lo pasa!
- Garabatear y dibujar
Seguro que a tu niño ya le gusta garabatear con las ceras o las tizas.
Además de ser divertido, desarrolla una de las destrezas más importantes que necesitará a lo largo de su vida: escribir. En su pequeña mesa no pueden faltar:
- Muchos lápices de colores
- Rotuladores lavables
- Tizas para jugar dentro y fuera de casa
- Pinturas, pinceles y esponjas
- Pintura para dejar huellas con los dedos, las manos y los pies
- ¡Que toquetee las cosas!
A los niños les encanta sentir el tacto de la arena y de la plastilina, por ejemplo. Si le das cubos de arena y pasta para modelar, seguro que contribuyes a que mejore su fuerza y coordinación.
Prueba también con papel suave y muy colorido. Es fácil estrujarlo y estirarlo para crear formas que a tu hijo le fascinarán.
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