Cualquier postura en la que tú y el bebé estéis cómodos es totalmente válida, aunque suelen utilizarse dos posturas:
Trucos que te ayudarán durante la lactancia
· Acostada: Esta postura es ideal para los momentos en que te sientes más débil o para las tomas por la noche. Es muy fácil.
· Acuéstate de lado con la cabeza sobre la almohada y una mano debajo de esta.
· Coloca a tu bebé tumbado frente a ti y acércale al pecho con el brazo libre.
· Sentada: es la postura que suelen utilizar casi todas las madres.
· Siéntate en algún sitio cómodo con la espalda bien apoyada de forma que el pecho caiga ligeramente hacia delante (para estar más cómoda, puedes poner una almohada en el respaldo).
· Coge a tu bebé con el brazo del lado del pecho que le vas a dar, sujetándole la cabeza a la altura del codo y la espalda en el antebrazo. Procura que su cuerpo mire hacia ti. Si es necesario, puedes poner algunas almohadas sobre tus piernas para que el niño llegue al pecho con más facilidad.
· Levanta un poco el pecho con la ayuda de la mano que tienes libre, colocando los dedos en forma de C.
· Mantén la postura hacia delante y ten los pies siempre apoyados.
Además, puedes seguir estos consejos para darle de mamar correctamente:
· Los primeros días, no dejes pasar más de tres horas entre toma y toma.
· De noche puedes darle antes si lo pide.
· Si las tomas son excesivamente frecuentes, puede que no estés cogiendo bien al niño o no le estés dejando mamar el tiempo suficiente.
· Intenta empezar por el pecho con el que acabaste de darle de mamar la última vez y dale los dos pechos en cada toma, aunque es mejor que beba la suficiente leche solo de uno a que esté pocos minutos en cada pecho.
· Si te viene mejor, puedes adelantar una toma.
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